Hace unas pocas décadas el matrimonio interracial en EE.UU. estaba prohibido por el hecho de ser de diferentes razas: ni blanc@s ni negr@s podían unirse entre sí en una clara ley racista que a día de hoy nos parece ridícula y sorprende que ocurriese.
La similitud con la actualidad respecto a los matrimonios gays con el añadido de ver que muchos negros estadounidenses se oponen al matrimonio gay deja perplejo a cualquiera que tenga conciencia de la historia.
Los matrimonios gays equivalen a lo mismo, y tal vez en unas décadas pensemos cómo podía gente impedir que dos personas que libremente se quieren pudieran legalizar su lazo conyugal.
¿Por qué los gays tenemos que tolerar que unos homófobos sentencien nuestras vidas? Hay que protestar y exigir al Estado y a la sociedad que también mantenemos nosotros. Es inmoral y se deben crear leyes, no menos importantes que las leyes progays, leyes antihomofóbicas. Basta de limitarnos a la dictadura heterodemocrática. El matrimonio es el único bastión que muchos han creído incorruptible para su sesgado concepto moralista pero los gays no renunciaremos a la plena igualdad hasta que la democracia nos dé lo que nos pertenece, el mismo nivel que cualquier otro ciudadano.
Un presidente, medio negro con conciencia negra, que es consciente de la injusticia que se hizo en el pasado a su raza y que pretende mirar hacia adelante ¿será capaz de ver que nuestra causa es básica y que, como dijo Zapatero respecto a España, hará de su país un lugar más decente, donde todos los ciudadanos son de primera?
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