Ayer el PP encabezado por Mayor Oreja superó en votos y escaños al PSOE de López Aguilar, convirtiéndose en la primera fuerza política de España con representación en el Parlamento europeo, a 2 escaños de los socialistas: 23 a 21.
Desde una perspectiva gay, la victoria de Mayor Oreja es la peor opción que podía ocurrir. Un ultracatólico que una tras otra ha votado en contra de los derechos e igualdad de la ciudadanía gay como parlamentario europeo. Lopez Aguilar, sin embargo, es el que fuera ministro de Justicia cuando se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo aquí en España, es decir del ministerio que se hacía cargo de la Ley.
Lógicamente no descontextualizaré la situación actual para llevarla al terreno de temáticas gays y obviaré sugerir que ha sido un triunfo de la homofobia, sino más bien de la crisis económica. Pero ahí que estar muy atentos porque con el auge de la derecha, incluso ultraderecha, en el Parlamento Europeo es posible que lo conseguido pueda si no retroceder sí estancarse.
Porque pese a la alta abstención, Europa sigue adelante y gobernará quien sea mayormente votado y votarán leyes que nos incumben e incluso afectan.
