Mientras que ayer resalté el último gesto homófobo de Rajoy (suprimir la adopción, aparte de que ya dijo anteriormente que también haría lo mismo con el matrimonio), hoy de nuevo esbozo una sonrisa por tener a Zapatero gobernando ya que en contraste a su oponente, el presidente en su mitin ha llamado a una gran movilización el día de las elecciones para que no nos callemos ante las políticas mezquinas del PP, entre ellas la homofobia, la exclusión, la hipocresía o el machismo. Zapatero así no sólo se muestra absolutamente simpatizante con los gays y lesbianas, sino antihomofóbo, que dice las cosas como son, como debe ser en una verdadera democracia. Estos gestos y todas las promesas que dijo antes de vencer en 2004, y que ha ido cumpliendo a lo largo de su primera legislatura, sólo confirman lo nada arrepentido que estoy de haberle votado porque si él está orgulloso de sus ciudadanos, yo con orgullo volveré a meter mi papeleta en la urna con el nombre PSOE.
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