sábado, 6 de diciembre de 2008

El derecho al odio


El Vaticano oponiéndose a salvar vidas de gays en países donde está criminalizada la homosexualidad con castigos hasta la muerte incluida, no sólo defiende el derecho a la libertad de expresión homófoba sino que también se postula a favor del derecho a odiar al último de sus herejes, el gay.
Además también abandera el derecho a ser hipócritas: proclaman que no están contra la violencia ni la discriminación al homosexual discreto que no alza la voz y que no se opone a sus sentencias morales, al homosexual de las épocas del miedo y la invisibilidad. Sin embargo, se violentan cuando gays exigen no ser discriminados en nuestro tiempo actual. De sobra saben que la homosexualidad existe y bien adentro de la Iglesia, y por eso lo dejan estar mientras no se "exhiban" (aunque con la pluma de Razintger difícil está ocultarlo).
En fin, que el Vaticano es un grano en nuestro culo europeo, un grano de esos jodidos que parasitan y sólo aportan malestar.

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