Ayer ocurrió un hecho histórico y memorable. Era la primera vez que se hace un llamamiento de este tipo en sesión plenaria de la Asamblea General: pedir la despenalización universal de la homosexualidad.
Fundamentado en la Declaración de los derechos humanos donde en su primer artículo dice así: "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos".
Todos los países miembros de la UE (27) suscribieron la declaración además de casi todos los países europeos excepto a destacar el gigante Rusia.
UE: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía y Suecia.
Los otros países son 14: Albania, Andorra, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Islandia, Liechtenstein, Montenegro, Noruega, San Marino, Serbia, Suiza, Macedonia, y los más alejados Armenia y Georgia.
Faltan 25 que son: en América (13), Argentina, Bolivia, Brasil , Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela (es decir, que prácticamente toda Ámerica del Sur sin contar con Perú; y muy pocos centroamericanos con la honrosa salvedad de dos de los países donde más se ha perseguido la homosexualidad hasta tiempos recientes como son Cuba y Nicaragua. Por supuesto Canadá junto a México no están en la postura homófoba de USA).
Como era de esperar todos los países de mayoría musulmana junto al Vaticano (es decir los países teocráticos) no la firmaron. Sorprendentemente Sudáfrica tampoco y eso que está el matrimonio gay aprobado. También fueron pocos países africanos y asiáticos incluida China. Sólo fueron estos africanos: Cabo Verde, República Central Africana, Gabón, Guinea-Bissau, Mauricio, Santo Tomé y Príncipe;
y éstos asiáticos: Israel, Japón, Nepal y Timor Oriental.
Además Australia y Nueva Zelanda (los países más grandes de Oceanía) también se adherieron.
Supone un tercio de los países miembros de la ONU. Más de lo que vaticinó el Vaticano y más de lo que hace unos años hubiese ocurrido. Puede no parecer una victoria para todos los homosexuales del mundo pero sí es un paso firme más contra la deshumanización de muchos Estados y en favor de los derechos humanos (de todos y todas).
El siglo XXI no puede ser el de la homofobia.
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