Es indignante, si no fuera porque ya sabemos que tipo de gente son estos ultracatólicos que se oponen al matrimonio gay y al aborto (porque para ellos es una especie de antireproducción y asesinato infantil) y sin embargo no se manifiestan contrarios a la guerra por ejemplo emprendida ahora por Israel contra Palestina, donde matan a civiles, niños incluidos. Su Dios les libre de sus miserables conciencias. Se ve que hay niños de primera y segunda clase.
Claro, es su misericorde costumbre igualita que al trato que dispensan a homosexuales considerándolos ciudadanos de segunda, eso sí, sólo para derechos que deberes todos, incluido pagar impuestos para mantener sus hipócritas y farsantes iglesias. También en nuestras sociedades occidentales los niños de familias homoparentales son de segunda queriendo privarles de sus derechos y por supuesto que los niños homos en llamadas familias tradicionales también son considerados niños de segunda oponiéndose a Educación para la Ciudadanía para que sus compañeros heteros no sepan de sus sentimientos y pueda ser uno más íntegramente.
Lo último de éstos autoproclamados defensores de la familia y la vida es recaudar dinero para salvar al delicuente Calamita del diabólico plan del Estado de derecho que le obliga a indemnizar a esas dos mujeres mamás lesbianas. Ya lo predije, es alzado a mártir por sus causas de odio al prójimo por ser y vivir diferente pero igual. Sí, una colecta de los que creen como él para que pueda seguir manteniendo su nivel de vida (que con tanto hijo una multa de poco más de 1000 euros le puede arruinar) y sobre todo un apoyo moral por ser un hombre recto de fe reaccionaria y antidemocrática.
Pero suma y sigue. Ahora el Cabildo Superior de Cofradías de Murcia le ha concedido una mención especial por homófobo que por esas cofradías se ve que lo de ser homófobo se premia. Aunque el magistrado ha rechazado el galardón para "evitar a toda costa comprometer al Cabildo, evitando así ataques injustos a esta institución por la que tiene tanto aprecio". Vamos que comprometida ya está porque mayor apoyo explícito no se puede dar.
Es lo que tienen estos ultracatólicos: que aseguran que se les persigue por católicos cuando en realidad son ellos quien persiguen con homofobia a quien no se ajusta a su concepto de familia. Pero en fin, que entre ellos se consuelan y ya tienen la Verdad Absoluta.
Un último punto que dicen sus defensores en nombre de él: "la sentencia parece entender que por católico tiene que ser homófobo, lo cual es de todo punto incierto". Habrá que aclararles que por ser católico no, es por ser ultracatólico, que no todos los católicos creen como ellos, ni todas las familias de padre y madre opinan como ellos, ni todos los españoles aspiramos a la patria nacionalcatólica de tiempos pasados, aquella que tan bien les trataba a ellos y es que estaban en el poder con sus dictadura inquisitorial.
Vergüenza lo de esta gentuza fanática que ni respetan a los gays y ni siquiera a la ley y la justicia civil española.
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