jueves, 17 de abril de 2008

España demasiado rosa, según Berlusconi




Cuando en España se abre la nueva legislatura 2008-2012, y aún nos emocionamos reviviendo esa gran noche del triunfo de los votantes de Zapatero y de la izquierda, Italia da mayoría (y absoluta) a Berlusconi de nuevo tras perder ante la izquierda light de Prodi en las pasadas elecciones. Prodi prometió una ley de mínimos para reconocer derechos de pareja a los homosexuales italianos pero homófobos salieron también de sus filas y todo acabó en una promesa que casi se planteó eliminarla de llevar adelante, algo que no hizo falta porque unido a otros temas (de)generó un desastre en la coalición de izquierdas que acabó con elecciones anticipadas. Así las cosas, Prodi y la izquierda decepcionaron y una causa de la victoria de Berlusconi sea el castigo a la ineficacia de la débil izquierda. El caso es que Italia vota a la derecha, incluso a la ultraderecha, y la vota en la figura (figurín) de Silvio Berlusconi siendo el único gran país de la Europa occidental que aún no ha legislado nada acerca de las parejas homos.
También es verdad que es el único país que tiene en el centro del país al Vaticano y eso influye para que Italia se haya convertido en un país menos avanzado que su vecino y casi siempre comparado España: dos países señalados como muy católicos, algo retrasados socialmente donde incluso se subraya que aquí está el latin-lover y el macho, es decir, el machismo.
Pero ya en el siglo XXI, España se situa a la cabeza de leyes muy progresistas igualando, incluso avanzando, a muchos países que siempre habían sido vistos como muy democráticos y antidiscriminatorios, e Italia queda relegada a planteamientos como los de los gobernantes de Polonia o los países de Europa oriental, con profundas convicciones ultracatólicas-derechistas y homofóbicas, donde tratan de que prevalezca esa moralidad subjetiva que quieren implantar al resto de ciudadanía.
Berlusconi afirma despectivamente que el gobierno de Zapatero es demasiado rosa para él y que Italia no es así. Entonces ¿puede un homosexual o una mujer que no necesita del yugo de un hombre machista sentir que ese presidente es su presidente? Afortunadamente no toda Italia es Berlusconi; sí parece que será que los gays y lesbianas seguirán algunos años más tan ignorados como ya hizo Berlusconi en su campaña electoral. Pero Italia posee muchos David, mucha belleza homo, mucha historia homo y también mucho monumento humano vivo, por eso algún día viajaré allí pese al neofascismo que parece imperar de la mano de Berlusconi y el Papa.
Los obispos de Italia se alegran diciendo que ha fracasado el zapaterismo allí, pero lo que no saben es que en Italia aún no habido nadie como Zapatero con un par de cojones y gran valor democrático para poner a cada uno en su sitio. Eso falta en Italia, una izquierda que no sea sumisa al poder de la Iglesia y que apueste por el avance. Bambinos y ragazzos, el futuro será vuestro!

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