
Hoy es el día que internacionalmente se señala para denunciar que existe la homofobia, transfobia y bifobia y que hay que combatirla intentando erradicar la lacra social existente más impregnada en toda la sociedad.
No hay que olvidar que aún existen más de 80 países homófobos y tránsfobos que condenan la libertad del individuo a vivir su sexualidad libremente, entre ellos 8 hasta con pena de muerte.
Un día antes, ayer, en Moscú, aprovechando el acontecimiento mediático del festival Eurovisión (tan supuestamente gayfriendly; yo diría, como mucho, lleno de petardeo kitsch que tanto gusta a un sector gay), personas LGTB trataron de manifestarse reivindicando el Orgullo Gay y fueron reprimidas y detenidas por las autoridades de Rusia. Ningún participante lo denunció ni se solidarizó. Lo que quedó de manifiesto es que aún queda mucho por hacer para acabar con la homofobia.